Disco 1
01. Harmony Korine
02. Abandoner
03. Salvaging
04. Veneno Para Las Hadas
05. No Twilight Within The Courts Of The Sun
06. Significant Other
07. Only Child
08. Twilight Coda
09. Get All That You Deserve
10. Insurgentes
Disco 2
01. Port Rubicon
02. Puncture Wound
03. Collecting Space
04. Insurgentes (Mexico)
05. Untitled
01. Harmony Korine
02. Abandoner
03. Salvaging
04. Veneno Para Las Hadas
05. No Twilight Within The Courts Of The Sun
06. Significant Other
07. Only Child
08. Twilight Coda
09. Get All That You Deserve
10. Insurgentes
Disco 2
01. Port Rubicon
02. Puncture Wound
03. Collecting Space
04. Insurgentes (Mexico)
05. Untitled
De Steven Wilson hemos hablado en más de una ocasión, aunque por lo general nos hemos referido sus participaciones (si bien protagónicas) en otras agrupaciones (Blackfield, Porcupine Tree, No-Man, Bass Communion, entre otros), o a sus distintas participaciones como productor, asesor, etc., en trabajos de otras bandas (como son los casos Damnation y Watershed, de Opeth). Pero, si bien en algún momento les acercamos una serie de covers del artista (sus Cover Versions), poco hemos hablado de la carrera puramente solista de este gran músico, compositor, productor, y todo lo que se les ocurra que pueda hacer alguien en el mundo de la música... nuevamente aclaro: obviando que en sus disintos proyectos musicales, suele ser la cabeza principal, así y todo, hablamos de cosas distintas. En efecto; Steven Wilson es un artista sin precedentes; uno se pregunta de donde sacan tanto la capacidad para generar tanto, de tan distinto tenor y estilos; y también de dónde saca el tiempo para llevar adelante tantos proyectos, tantas apariciones, tantas genialidades. Digamos, por ahora, y ante la falta de una mejor respuesta, que todo eso lo obtiene por medio de su amor a la música.
Bueno, cómo sea, el pasado 2008 nos ha dado la grata sorpresa de entregarnos Insurgentes, el primer y tan esperado disco completametne solista de este gran músico.
Si bien no es sorpresivo encontrar en el disco constantes reminiscencias a estilos ya recorridos en otros de sus trabajos (lo cual es obvio siendo siempre Wilson el alma mater de estos otros trabajos), a la vez se siente en el aire algo distinto, algo que lo hace un disco completamente diferente a lo que venimos acostumbrados a escuchar.
Intentando sintetizar lo que escuchará todo aquel que decida (acertadamente) obtener su copia de Insurgentes, podemos decir que es algo así como una mezcla entre rock psicodélico clásico, algo de progresivo y sinfónico, una pizca de música electrónica (vale aclarar: una sutil pizca), algo de espacial, algo de ambiental, algo de melancólico, algo de enojado y violento, algo de pacífico y relajado; todo esto mezclado y revuelto en una gran cacerola experimental.
De esta gran variedad de estilos, todo en uno pero bien diferenciados entre sí, decanta un disco variado y flexible, sentimental, expresivo, desesperante y esperanzador. Climas armónicos y contrapuestos, voces profundas y desgarradoras; canciones amorosas y despiadadas. En definitiva, una placa para todo tipo de público... todo tipo de público capaz de salirse de lo dado, de lo esperable, de lo oficial. Un disco como sólo Steven Wilson podía componer, ejecutar y producir (todo esto perféctamente hecho, claro); con composiciónes cuidadas y delicadas; y que deja ver tras de sí una dedicación y amor a su arte realmente elogiable.
Bueno, cómo sea, el pasado 2008 nos ha dado la grata sorpresa de entregarnos Insurgentes, el primer y tan esperado disco completametne solista de este gran músico.
Si bien no es sorpresivo encontrar en el disco constantes reminiscencias a estilos ya recorridos en otros de sus trabajos (lo cual es obvio siendo siempre Wilson el alma mater de estos otros trabajos), a la vez se siente en el aire algo distinto, algo que lo hace un disco completamente diferente a lo que venimos acostumbrados a escuchar.
Intentando sintetizar lo que escuchará todo aquel que decida (acertadamente) obtener su copia de Insurgentes, podemos decir que es algo así como una mezcla entre rock psicodélico clásico, algo de progresivo y sinfónico, una pizca de música electrónica (vale aclarar: una sutil pizca), algo de espacial, algo de ambiental, algo de melancólico, algo de enojado y violento, algo de pacífico y relajado; todo esto mezclado y revuelto en una gran cacerola experimental.
De esta gran variedad de estilos, todo en uno pero bien diferenciados entre sí, decanta un disco variado y flexible, sentimental, expresivo, desesperante y esperanzador. Climas armónicos y contrapuestos, voces profundas y desgarradoras; canciones amorosas y despiadadas. En definitiva, una placa para todo tipo de público... todo tipo de público capaz de salirse de lo dado, de lo esperable, de lo oficial. Un disco como sólo Steven Wilson podía componer, ejecutar y producir (todo esto perféctamente hecho, claro); con composiciónes cuidadas y delicadas; y que deja ver tras de sí una dedicación y amor a su arte realmente elogiable.