01. Freefall
02. Supertwister
03. Nimrodel / The Procession / The White Rider
04. Earthrise
05. Lady Fantasy Suite: Encounter / Smiles For You / Lady Fantasy
Camel es una de las bandas más auténticas e influyentes del rock progresivo de los 70's. Así, es casi imposible no encontrar alguna reminiscencia a esta banda, aunque sea mínima, en cualquiera de los grupos de rock progresivo- y derivados- que nacieron, sobre todo, a partir de finales de los 70's.
Por su parte, Camel nace en 1971, en Gran Bretaña, aunque es concebida muchos años antes, en 1964, cuando los hermanos Latimer (Andrew e Ian Latimer) se juntan con sus amigos Alan Butcher y Richard Over y forman The Phantom Four. Algunos años después, en 1969, Andrew Latimer convoca al bajista Doug Fergusson y al baterista Andy Ward, y forman la banda The Brew. Finalmente, en 1971, logrando una suerte de amalgama entre ambas formaciones, Camel termina de tomar forma: Peter Bardens en teclados, Doug Fergusson en bajo, Andy Ward (en batería y percusión y Andrew Latimer en guitarra y voz.
En el año 1972 sacan a la venta su primer trabajo de estudio, trabajo homónimo y bien auténtico, que logra definir a la banda y su sonido en todos y cada uno de sus elementos. Trabajo de muy buena calidad, pero de escaso éxito, razón por la que la banda decide romper con la discográfica con la cual lo habían lanzado, para firmar contrato con Decca, sello bajo el cual editarán durante los siguentes 10 años.
El bien característico sonido de la banda logra explicar sin necesidad de concepto alguno de qué se trata la llamada
Escena Canterbury: una inteligente mezla de rock y jazz con ciertos guiños a la psicodelia (Wikipedia), movimiento iniciado por David Allen, Rober Wyatt y Hugh Hopper, lógicamente, en Canterbury, Inglaterra.
Camel es considerada una de las mejores y más representativas bandas del movimiento en cuestión, siendo una banda que desde sus principios experimentó con el jazz, el blues, el rock, la música clásica, y hasta con la música electrónica, creando un estilo único, piso y apoyo de muchas bandas originadas a partir de esa época.
Siendo parte de un movimiento como puede ser la Escena Canterbury, suena lógico objetar la real autenticidad e identidad de la banda: claramente, formar parte de un movimiento, implica elementos comunes a un grupo, que lo definen. Esto es cierto, arriba nombre dichos elementos (y los nombré dos veces, como si fuera apoco). Es cierto también que, efectivamente, Camel tiene todos estos elementos en común con otras bandas del movimiento como Caravan, Gong, Soft Machine, National Health, y Hatfield and the North, entre otras. ¿Qué es lo que hace entonces a Camel una banda tan auténtica, única, de las más representativas, de lo mejor de la escena? No sabría decirle con exactitud, pero sospecho que es su manera de hacer las cosas. Todos tenemos la capacidad de hacer muchas cosas en común con toda la raza. Muchos, efectívamente, hacemos muchas cosas (casi todas) que también las hacen los demás. Lo que marca la diferencia es el cómo se hacen, la actitud que se le imprime a la acción, el norte que la orienta, la iniciativa y energía que se le pone. Bien, Camel tiene mucho de todo esto, mucho en cantidad y mucho en calidad. Su norte: hacer las cosas a la mejor manera. Su iniciativa: toda. Su actitud: hacer música, hacer arte. En definitiva, ir hacia adelante. Es todo esto creo lo que convierte a Camel no en una banda de la Escena Canterbury, sino en La banda de la Escena Canterbury.
Luego de romper con el sello con el cual sacaran a la venta su primer trabajo, y firmar con la discográfica Decca, en 1972, editan su segundo trabajo oficial: Mirage. Vaya a saber uno por qué, si fue por la discográfica, si fue por la banda, o por lo que fuere, pero, a pesar de ser un disco que en su momento no fue muy exitoso en su tierra natal, inmediatamente tomó una singular importancia en los Estados Unidos, lo que desembocó en una gira de varios meses en dicho país; para luego, con el tiempo, convertirse en el disco más aclamado, más añorado, y de más exito comercial de la banda, disco gracias al cual mucha gente logró conocerlos. Exitoso a tal punto, que en algún momento llegó a editarse como álbum doble con el siguiente disco de la banda, The Snow Goose (siendo, lógicamente, The Snow Goose, el bonus track).
El disco también cuenta con la singularidad de que es la primera vez que Andrew Latimer se las ve con la flauta, realizando un desempeño bastante interesante y elogiable, convirtiéndose este en otro elemento que da sabor al disco en sí y a las creaciones posteriores de la banda.
Un disco más que interesante, más que agradable, más que la Escena Canterbury, y ni más ni menos que Camel.