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4 de febrero de 2008

Symphony X - The Divine Wings Of Tragedy


01. Of Sins And Shadows
02. Sea Of Lies
03. Out Of The Ashes
04. The Accolade
05. Pharaoh
06. The Eyes Of Medusa
07. The Witching Hour
08. The Divine Wings Of Tragedy
09. Candlelight Fantasia

Symphony X nace en 1994, cuando el guitarrista estadounidense Michael Romeo graba completamente por sí mismo un demo al que titula The Dark Chapter. Este demo genera la suficiente atención e interés en el entorno como para que Romeo decida reclutar a una serie de músicos con los cuales conformará la banda: al bajista Thomas Miller, al batersta Jason Rullo, el vocalista Rod Tyler y el teclista Michael Pinella. Ese mismo año graban su primer trabajo, homónimo, que es lanzado en Japón y recibido de manera muy positiva, tanto en ese país como en el mercado europeo.
Es cierto que el estilo de la banda es en sí bastante variado: metal del más pesado, progresivo del más trabado, baladas melosas y emotivas, secciones de inconfundible metal neo-clásico. Pero, como se puede ver, siempre está presente el sello metalero. Si bien la es una banda con grandes influencias y manifestaciones propias del rock y metal progresivo, en sí, hacen metal, sobre todo powermetal y/o metal neo-clásico. De esta manera, surge una de las mezclas más interesantes que el mundo del metal ha dado: powermetal + metal progresivo, siendo Symphony X hasta la fecha el representante fundamental del estilo.

The Divine Wings Of Tragedy, de 1997 es el tercer trabajo de estudio de la banda. Y es generalmente considerado como el mejor, más completo, más elaborado y más complejo trabajo de todos, más que los anteriores, más que los posteriores. Por otro lado, es a partir de este disco que la banda adquiere, o mejor dicho, termina de adquirir el estilo que los representará durante el resto de su carrera, hasta la actualidad (y esperemos que también en el futuro).
Es un trabajo en el cual tanto la mezcla entre metal puro y duro y rock/metal progresivo están explotados al máximo, y de la mejor manera que podría hacerse. Un disco equilibrado y homogeneo, que no abusa ni del metal ni del progresivo, que sabe darle a cada estilo su lugar en la compleja composición, logrando la conformación de un nuevo estilo, propio de la banda, que por otro lado, solo ellos saben y pueden explotar como se debe.
Un disco que gracias a su complejidad tomó casi un año en ser grabado, editado y sacado a la venta, y gracias al cual la banda se ganó finalmente el lugar que merecía dentor del mundo del metal progresivo, creciendo cada vez más tanto en Estados Unidos como en Europa, Latinoamérica y Japón, donde la banda genera grandes movilizaciones de fanáticos, ansiosos por ver en vivo a sus ídolos de todos los tiempos.

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